Red Natura del río Tambre. No creo tener muchos lectores (nunca son suficientes), pero sí estoy seguro de que todos ellos saben de mi constante y muy vieja lucha contra lo que de una manera acertada mi amigo y ex director Bieito Rubido denominó feísmo, dejándonos a los interlocutores con la boca abierta porque no entendíamos qué quería decir y, además, la propia palabra sí que era fea.
Ahora hay una segunda oportunidad para reducir el feísmo en Galicia. Al menos el coyuntural, el estético, porque el otro, el gordo, el de levantar un edificio de cuatro pisos en medio de la nada (o al lado de la ruta jacobea, como en Triacastela) va a costar lo suyo erradicarlo, si es que se puede.
No, no me refiero a la nueva Lei do Solo, que esa necesita tiempo y recorrido. Me refiero al programa Vivendas no Camiño, de la Consellería de Infraestruturas. Son 3,2 millones a disposición de los propietarios de viviendas en Galicia con la única condición de que estén en alguna de las parroquias que cruza alguno de los siete Caminos de Santiago. Máximo el 35% o bien 11.000 euros.
Lo cierto es que me quedé sorprendido. Y por dos razones: porque yo entro en ese programa, que también abarca la mejora energética; y porque es de una generosidad incuestionable. Es decir, si usted ha dejado la casa a medio hacer, de mis impuestos va a recibir una ayuda.
El plano no es nuevo. Existió ya en el 2010. A ver si con esta nueva atacada abolimos el feísmo. Por lo menos en los Caminos de Santiago, lo cual no es poco.